Para que tu transformación digital no falle: El arte de la planificación dinámica
Para definir una estrategia, se necesita un lugar al cual llegar, eso lo aprendimos muy bien con Alicia en el País de las Maravillas, cuando llegó a la encrucijada del camino y preguntó al gato que estaba sobre el árbol:
- ¿Podrías decirme qué camino debo tomar?
- ¿A dónde vas Alicia? Dijo el gato
- Eso no importa, respondió Alicia
- Entonces toma cualquier camino, dijo el gato.
Sin un objetivo, resulta imposible trazar una estrategia y, cuando el objetivo es claro, las estrategias son más fáciles de imaginar, pero siempre son difíciles de implementar.
¿Cómo se define una estrategia cuando el objetivo y el camino están en movimiento? Transformar digitalmente una empresa o trazar una estrategia en estos tiempos, requiere replantear algunos paradigmas y para los estudiosos del management science simplemente requieren desaprender algunos métodos y secuencias tradicionales, para aprender nuevas formas de avanzar e implementar estrategias.
Simon Sinek en su libro El Juego infinito, dice que cuesta definir una meta, cuando el objetivo es mantenerse jugando. El objetivo no es llegar a la Luna, es conocer el espacio infinito. Las estrategias de transformación, al igual que el aprendizaje son un proceso permanente.
Otro elemento que resulta muy difícil de evaluar es cuan bien lo estamos haciendo. Se parece harto a la información nutricional de los alimentos, dado que podemos recitar con precisión qué hemos hecho y en qué hemos avanzado, qué es lo mismo a decir que contiene el alimento, pero ¿quién nos puede decir si es lo suficiente o no? ¿o si vamos muy lento? ¿Quién es el responsable de pegar el sello negro en la estrategia, para decir que estamos avanzando más de lo que avanza el promedio de la industria o que avanzamos más de lo que necesitamos para mantenernos en el juego?
Las estrategias hoy
La forma de hacer estrategia cambió y toma fuerza el concepto de la planificación dinámica, es decir, atreverse a avanzar en una dirección sin la total certeza de que es lo correcto, porque esa certeza hoy no la puede entregar nadie.
La estrategia debe considerar que no sólo cambió la velocidad con que avanzamos, también se movió el contexto. Ningún trabajo será igual después de la IA (lo mismo pasó con la electricidad y la revolución industrial). Nuestros competidores se convirtieron en ecosistemas de empresas, y ahora, creamos más valor trabajando de forma colaborativa.
Los que antes eran activos diferenciadores, ahora están al alcance de todos y, por lo tanto, se hace necesario poner foco en los recursos desequilibrantes: clientes y trabajadores. Para ello, es esencial tener claro el propósito, pues solo el rol social de los negocios puede movilizar de forma más allá de lo imaginable los intereses de talentos, partners y consumidores.
Ventaja competitiva hoy
Adiós a las certezas y a los caminos perfectos, ya que lo único cierto hoy es que es necesario empezar probando nuevos caminos. Aparecen la innovación y la flexibilidad como pseudo ventaja competitiva. Se vuelven esenciales las capacidades de reacción y de improvisación. Además, se debe tener mucho cuidado con las rutinas que nos amarran y que nos impiden ser ágiles.
Las transformaciones tienen el requisito primordial de convencer a las partes interesadas y a los equipos de la necesidad de cambio, así como también de asegurar su apoyo.
Walt Disney nos decía: “pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana”. Los robots y la IA nos han ayudado mucho pues nos permiten poner foco en lo que somos buenos…
Hace años nos enseñaron la importancia de buscar o diseñar Ventajas Competitivas y para ello nos proponían el modelo VRIO
- V: valioso, que aporte valor
- R: raro, novedoso o diferente a lo disponible
- I: Inimitable o difícil de copiar, lo cual es solo un beneficio temporal
- O: organizado, de modo que permita el escalamiento y la posibilidad de explotarlo
Pero en este escenario de nuevas estrategias, ¿cómo desarrollar ventajas competitivas?
El talento actual no será suficiente para operar las nuevas tecnologías ni para enfrentar los desafíos de los próximos 5 años. Es necesario atraer y desarrollar más y más talento, entendiendo que hoy son más importantes las habilidades que el conocimiento. Las áreas de personas, RRHH y cultura organizacional jugarán un papel fundamental en las nuevas estrategias, así como también los líderes con visión de futuro.
Los líderes de hoy son personas que pueden desequilibrar el juego, líderes al servicio de la organización y del propósito movilizador de la misma, líderes que apunten a crecer haciendo crecer y que sean capaces de crear confianza.
El liderazgo es un camino reservado a los valientes. Ya lo decía S. Jobs: “Si quieres hacer feliz a todo el mundo, vende helados”. Esfuérzate por tener en tu equipo a líderes que amen lo que hacen, porque hay personas que aman, creen y abrazan sus propósitos movilizadores.
Ten presente que vivimos tiempos complejos y los problemas complejos no pueden ser resueltos con las mismas capacidades con que se llegó al problema, es necesario desarrollar nuevas capacidades o bien, crear redes.
El cambio incomoda, y si no estás sintiendo incomodidad, quiere decir que no estás cambiando. Busca las personas que crean inconformidad, enciende la inconformidad en los grupos cómodos. Hay discusiones que toman mucho tiempo y cuestan muchos recursos, pero que son necesarias y urgentes.
Diseñar la ventaja competitiva a través de un proveedor externo puede ser una opción, pero se debe tener la precaución de que el collar no resulte más caro que el perro.
Los E-líderes y los E-directores
Dado que la transformación es un proceso permanente, mi recomendación es robustecer a los líderes y los directorios.
Cambió el entorno, es momento de cambiar la organización. Como sabemos, la clave del éxito es comenzar antes de estar listo.
Todo parte siempre desde las personas. Demos espacio al talento que es capaz de diseñar y construir nueva tecnología. Habrá más momentos duros que momentos felices, pero habrá que estar ahí para apoyar la innovación y motivar a los talentos.
Como dice el dicho: “Si no ruge el león, la selva no se moviliza”. Es tiempo de que los leones vuelvan a rugir. La movilización debe venir desde las cabezas de la organización.
Llegó el momento de dejar de imitar y comenzar a desarrollar las capacidades de tu organización.
Es muy difícil ser lo que no vemos, necesitamos líderes que nos muestran cómo avanzar. Líderes capaces de romper esquemas, con atrevimiento y velocidad.
No todos pueden ser líderes, pero si todos pueden elegir ser protagonistas. ¿Cuál es la historia que te cuentas? La motivación es una chispa, lo que nos mantiene es el compromiso… la disciplina de hacer algo… no esperemos estar motivados siempre, busquemos comprometernos y seguir avanzando. Sé parte del cambio y transfórmate en el profesional desequilibrante que genera ventaja.