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PERSISTE BRECHA EN LA comprensión holística del aporte de la INDUSTRIALIZACIÓN AL MODELO DE CIRCULARIDAD

De acuerdo con la última actualización entregada el 2022 por Global Footprint Network y que hace referencia al “Overshoot Day”, Chile es el país de Latinoamérica que nuevamente agota primero sus recursos disponibles antes del término del primer semestre; hito que lamentablemente se repite desde hace varios años y que nos posiciona como uno de los menos circulares, además, si tenemos además en cuenta que nuestra economía se basa en un modelo extractivista y que de acuerdo a la misma fuente, nuestra huella ecológica por persona, también es la más alta de la región, por ende, tenemos el mayor déficit en cuanto a biocapacidad. 

De acuerdo con datos provistos anualmente en “Circular Gap Report”, actualmente a nivel global el uso circular de materiales y productos, no sigue la tendencia en la dirección correcta, se calcula que este año 2023, el mundo es solo 7,2% circular, en comparación a años anteriores en donde el 2020 fue de 8,6% y el 2018 de 9,1%. 

Modelo de circularidad

Chile a nivel Latinoamericano es el país que más ha avanzado en desarrollar instrumentos voluntarios público-privados que promueven la circularidad en el sector construcción, los que de forma muy positiva, posicionan fuertemente el concepto de industrialización no sólo como una respuesta efectiva a los deficitarios indicadores de productividad de la construcción en Chile, sino también como una estrategia imprescindible en un modelo económico de consumo y producción responsable y que ha contribuido a gatillar procesos innovadores en distintas empresas, tanto aquellas proveedoras de productos y soluciones constructivas, como constructoras que han explorado distintas alternativas para hacer más eficientes sus procesos y, además, responder adecuadamente a la crisis de los materiales de construcción y a la falta de infraestructura para valorización y disposición final de RCD. 

La brecha que persiste es la comprensión holística del aporte de la industrialización al modelo de circularidad, ya que esta es una solución para una parte del problema, principalmente en el marco del uso eficiente de recursos y la reducción de residuos generados en obra; sin embargo, aguas arriba, muchos de estos sistemas tienen huellas ambientales altísimas, ya que para sus componentes se usan materias primas no renovables y se generan subproductos que no son valorizables o no se gestionan adecuadamente, por lo tanto el llamado es a que se avance rápidamente a considerar metodologías como el análisis de ciclo de vida, herramienta base para el ecodiseño y la ecoeficiencia, para que las soluciones industrializadas sean sostenibles y circulares en su ciclo de vida completo y que, por tanto tengan menores huellas ambientales contribuyendo a descarbonizar nuestras edificaciones e infraestructura. Leer más