Dentro de la ingeniería y construcción, en Chile tenemos destacadas universidades que dictan las carreras relacionadas al área. Se debe tener en cuenta que, de acuerdo con la ordenanza, el profesional competente se define como Ingeniero Civil, Ingeniero en construcción, constructor civil o arquitecto y por lo mismo la formación de estos profesionales debe considerar aspectos básicos de la construcción con hormigón que hoy por hoy no son explícitamente abordados.
Al hacer una búsqueda rápida y como primera aproximación se tiene que cerca de 20 universidades chilenas ofrecen la carrera de ingeniería en construcción o construcción civil con licenciatura, aproximadamente el mismo número dictan la carrera de ingeniería civil y cerca de 10 institutos profesionales ofrecen carreras relacionadas a la construcción en nivel de técnico y/o sin grado académico; sin embargo, no todos los planes vigentes abordan o contienen en sus mallas curriculares el curso de tecnología del hormigón.
¿Acaso no es necesario?, pues bien, se sabe también que cerca del 50% de los errores en construcción con hormigón proviene de problemas generados durante la ejecución y un porcentaje relevante de estos errores se puede deber a una especificación imprecisa. De igual forma, un porcentaje cercano al 5% se debe a problemas con los materiales componentes, el resto de los errores se deben a servicio, diseño o planificación de las faenas.
En este escenario y debido a que en Chile cerca del 70% de las construcciones son de hormigón, me parece relevante abordar este tema formalmente dentro de las mallas curriculares, ya que los profesionales formados en Chile tendrán que participar de proyectos cuya materialidad principal es el hormigón. Si bien algunos de los tópicos pueden tratarse en cursos de materiales, estos son muy generales y me pregunto ¿en qué cursos se enseña la responsabilidad de especificar elementos por durabilidad, resistencias de desmolde y descimbre, el rol del proceso de curado del hormigón, la importancia y significado de criterios de aceptación y recepción o los necesarios procesos de ejecución, entre otras cosas?
En un estudio reciente vimos con desolación que solo 6 de cada 100 proyectos especifican elementos por durabilidad explícitamente y que 0 de cada 100, consideran una completa especificación técnica para el uso de hormigones en todos los aspectos relevantes que les he compartido en columnas anteriores. No pocas veces se especifican elementos que restringen la innovación y que no consideran criterios de desempeño; volviendo al punto de partida, esta situación se incrementará inevitablemente pues con el recorte de años y horas de estudios de muchos de los programas vigentes, los equipos académicos se podrían ver en la inquietante necesidad de eliminar estos cursos, como efectivamente ha ocurrido.
Con lo anterior y pensando en el proceso de admisión 2025 que está por iniciarse resulta fundamental que tanto postulantes como sus familias se informen en estos temas, los planes de estudios no dan lo mismo, hoy resulta importante que se revisen la presencia de elementos actuales como la propia Tecnología del hormigón y/o cursos de industrialización, tecnologías BIM, habilidades de gestión, todos necesarios en la industria de la construcción moderna, los programas deben tener un equilibrio entre lo disciplinar técnico y tecnológicos y por su puesto la gestión de la construcción, solo esto permitirá a nuevas generaciones de profesionales llegar preparados a los desafíos de siglo XXI y asegurará que la industria mantenga la calidad requerida.
Finalmente, hago un llamado a formadores de las futuras generaciones de la construcción a no caer en omisiones, tristemente es cada vez es más común ver profesionales en obra que ignoran aspectos básicos de la tecnología del hormigón y el proceso relacionado.